31 de enero de 2014

blue

  Fue la colisión perfecta. Como cuando estas en lo alto de un acantilado y te zambulles de cabeza en el mar helado. Sin pensarlo dos veces. Sin haberlo planeado.
  A veces volver a la realidad, decir la verdad, es eso, el choque de tu piel templada por el sol, con el agua salada y helada que parece meterse por cada uno de tus poros, congelándote las venas y con ello, la capacidad de sentir. De sentir algo aparte de frío y dolor.
   Y una vez que todo tu cuerpo esta sumergido y se aclimata a el frío, te das cuenta de que, de hecho, te has quitado un gran peso de encima; sientes un gran alivio y una grata purificación.
   Por unos segundos fue doloroso y angustioso el frío del agua y la falta de oxígeno, pero después... después el sentimiento de liberación fue superior a lo anterior.


1 de enero de 2014

new tear

Pienso en nosotros, sí, en ese 'nosotros' que realmente no existe.
Que no existe porque en realidad estoy yo sola, y tampoco tengo ni quiero a nadie.
  Porque si, somos seres sociales, pero a veces, la sociedad en la que vivimos nos produce tanto asco que preferimos crearnos una burbuja -con jabón olor a coco y agua- y meternos dentro de ella, sin esperar nada de nuestro alrededor, solo preocupándonos por intentar no chocarnos con los bordes punzantes o cualquier superficie áspera, o lisa, o agrietada... es decir, con cualquier superficie que no este cubierta de jabón o agua como nosotros. 
  El tiempo en el que pensé que la compañía humana o  traería paz y tranquilidad, existió, pero comparándola con la vida de una estrella o de una galaxia, la fracción de micro-segundo en la que creí en las personas, es simplemente irrepresentable.
wish you were here